41% del tiempo laboral se desperdicia, por sobrecarga

Un estudio de Deloitte revela que 41% del tiempo laboral se desperdicia en tareas sin valor agregado, debido a la sobrecarga de trabajo y la medición errónea de la productividad.

En la actualidad, a pesar de los avances tecnológicos, muchos trabajadores se encuentran atrapados en una espiral de tareas repetitivas y poco productivas. Según un estudio de Deloitte, 41% del tiempo de trabajo diario se deperdicia en actividades que no contribuyen al valor que crea la organización.


Este escenario contrasta con la promesa inicial de que la tecnología liberaría a los empleados para que se centraran en labores creativas, estratégicas y complejas. Las nuevas herramientas diseñadas para aumentar la eficiencia a menudo añaden capas de complejidad al trabajo, como notificaciones constantes y paneles que requieren actualizaciones.


Además, la proliferación de tareas digitales innecesarias contribuyen a una sensación de sobrecarga laboral. Esta situación se agrava por la creencia arraigada de que el esfuerzo visible debe ser la medida principal de la productividad, lo que presiona a los trabajadores a estar siempre activos y abocándose a tareas que parecen urgentes pero no importantes.


Cambiar la forma en que se mide la productividad es solo una parte del problema. Las organizaciones deben abordar un desafío más profundo: la sobrecarga de reuniones, los procesos obsoletos y la gran cantidad de trabajo no esencial que distrae la atención y obstaculiza el logro de resultados de mayor importancia.


Deloitte sugiere un enfoque centrado en el valor, donde las tareas se evalúen según su contribución al objetivo final de la organización. El estudio también destaca la importancia de desarrollar habilidades blandas como la creatividad, el pensamiento crítico y la capacidad de resolución de problemas.


Si bien los encuestados reconocen esta prioridad, el progreso en este ámbito es limitado. Deloitte propone que se implemente una nueva mentalidad corporativa que valore el tiempo libre y la autonomía de los trabajadores para reducir o agilizar las tareas innecesarias.


Hacia un nuevo modelo de trabajo

Para abordar la sobrecarga laboral, las organizaciones pueden implementar un enfoque basado en resultados, donde el trabajo se evalúe por su impacto en los objetivos. Este marco debe fomentar la colaboración horizontal y el empoderamiento vertical, creando un ambiente donde los trabajadores se sientan responsables y comprometidos con sus tareas.


Al adoptar este modelo, las empresas eliminan el ruido y la ineficiencia, también crean espacio para ideas nuevas y un mejor rendimiento. Dotar a los colaboradores de holgura no es solo una estrategia para reducir la ineficiencia, sino una inversión en el crecimiento.


Al liberar tiempo y energía para actividades más significativas, se fomenta la innovación, la creatividad y el bienestar de los empleados. Este enfoque, como lo señala "el padre" del management moderno, Peter Drucker, permite enfocar esfuerzos en aquello que realmente genera valor y evita caer en la trampa de la eficiencia aplicada a tareas sin propósito.

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