La UNAM busca convertir patentes en productos del mercado

La transferencia de conocimiento tecnológico de la investigación a la producción es crucial para que las patentes tengan un impacto real en la sociedad.

La generación de patentes es un paso crucial en el proceso de innovación, pero solo representa el inicio del camino. El verdadero reto reside en la transferencia tecnológica, es decir, en llevar las investigaciones desde los laboratorios a los sectores productivos, donde puedan ser escaladas, producidas y comercializadas para generar un beneficio a la sociedad. Esta perspectiva fue planteada por Isabel Mascorro Valverde, directora de Transferencia Tecnológica de la Coordinación de Vinculación y Transferencia Tecnológica (CVTT) de la UNAM, en ocasión del Día Mundial de la Propiedad Intelectual.


Mascorro Valverde enfatizó la importancia del contacto directo con empresarios de los sectores público y privado para que las tecnologías puedan materializarse en productos o servicios tangibles. Antes de iniciar cualquier investigación, es fundamental analizar las necesidades del público consumidor y las empresas públicas y privadas, así como conocer si lo que se necesita ya está en proceso de desarrollo para evitar duplicidades y lograr un producto útil con novedad tecnológica y pertinencia para su transferencia rápida.


La especialista resaltó que la CVTT promueve alianzas estratégicas con inversionistas, fondos de capital y compañías para continuar con la maduración de las investigaciones protegidas, a fin de que aporten recursos y se adapten los conocimientos desarrollados a sus requerimientos. La construcción de alianzas estratégicas entre la universidad y el sector empresarial es crucial para impulsar la transferencia tecnológica. Mascorro Valverde mencionó que, en este sentido, la CVTT ha organizado encuentros entre universitarios, gobiernos y corporaciones enfocados en que el sector gobierno y el empresarial planteen sus retos y necesidades.


Este tipo de iniciativas permiten identificar oportunidades para desarrollar soluciones innovadoras que respondan a las demandas del mercado. Por ejemplo, en el rubro de salud humana se han licenciado tecnologías como Reclusmyn (antiveneno de araña violinista), Alacramyn (antiveneno contra picadura de alacrán), Transkrip (medicamento para el cáncer cervicouterino) y Tangenciómetro (instrumento para prótesis bucales). En software, destacan Moclic-M para evaluación del cambio climático, Agriwater para la gestión del agua de riego y Atlas 3D para el reconocimiento anatómico.


La transferencia tecnológica tiene un impacto directo en el bienestar social al generar nuevos productos y servicios que mejoran la calidad de vida. En el rubro de alimentos, se han licenciado tecnologías como Fungifree AB, un biofungicida para cultivos, y una composición de nanopartículas lipídicas sólidas para recubrimiento de frutas y verduras. La transferencia tecnológica, impulsada por alianzas estratégicas entre la universidad y el sector empresarial, es fundamental para que las investigaciones se conviertan en productos o servicios tangibles que generen un beneficio a la sociedad.

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