Disputa comercial China-EU amenaza sector logístico global

La disputa comercial entre Estados Unidos y China genera incertidumbre en el sector logístico global por los aranceles impuestas a embarcaciones chinas, afectando cadenas de suministro e innovación.

La escalada reciente en el conflicto comercial entre Estados Unidos y China ha generado una serie de alarmas en el sector logístico global. Las nuevas medidas arancelarias impuestas por el gobierno estadounidense a embarcaciones chinas han suscitado una fuerte reacción por parte de actores clave en la industria del transporte marítimo.


Una prominente compañía naviera china, reconocida por su vasta red de terminales y capacidad de transportar contenedores a nivel mundial, ha advertido sobre los efectos desestabilizadores que estas tarifas podrían tener sobre el sector naviero y las cadenas globales de abastecimiento.


En un comunicado oficial, la compañía expresó que los aranceles impuestos no fomentan la competencia justa ni el funcionamiento normal del comercio marítimo. Además, criticó la base en "falsedades" de estas medidas, calificándolas como una amenaza directa al equilibrio industrial y logístico global.


Con una flota superior a los 300 buques y operaciones en más de 40 terminales portuarias alrededor del mundo, esta firma china se posiciona como una de las principales en volumen de contenedores movilizados anualmente, con más de 90 millones de TEU.


La empresa subrayó que los nuevos aranceles podrían obstaculizar el desarrollo estable del transporte marítimo internacional y comprometer la seguridad de las cadenas de suministro. "Como actor responsable en logística y envíos internacionales, mantenemos un firme compromiso con la integridad, la transparencia y el cumplimiento normativo.


Continuaremos protegiendo los intereses de nuestros clientes frente a cualquier medida unilateral que distorsione el mercado", afirmaron representantes de la compañía. La respuesta del gobierno chino no se hizo esperar. La Cancillería condenó las nuevas tasas impuestas por Washington, reclamando el cese inmediato de lo que calificaron como "prácticas erróneas" que perjudican a todas las partes involucradas.


En una conferencia de prensa, el vocero oficial advirtió que estos aranceles no solo encarecen los costos del transporte marítimo, sino que también incrementan la presión inflacionaria dentro de Estados Unidos. La imposición de estos nuevos aranceles forma parte de un conjunto más amplio de medidas proteccionistas, activadas bajo la Sección 301 del Código de Comercio estadounidense.


Aunque originalmente fueron propuestas durante la presidencia de Joe Biden, Donald Trump retomó e intensificó su aplicación como parte de su ofensiva comercial contra China. En paralelo, el mandatario republicano decidió suspender momentáneamente los aranceles recíprocos para otros países, tras la reacción negativa de los mercados financieros, pero elevó los gravámenes a las importaciones chinas 245%, en algunos casos.


Desde el gobierno de Pekín, la respuesta ha sido proporcional, aumentando los aranceles sobre productos estadounidenses hasta 125% y dejando en claro que no cederán ante presiones. Mientras tanto, la Casa Blanca anunció que prepara nuevas tasas para sectores estratégicos, como el de semiconductores, que se aplicarían en el corto plazo.

En este contexto, la comunidad logística internacional observa con preocupación la creciente fragmentación del comercio global.


Las medidas unilaterales y la intensificación de las tensiones geopolíticas dificultan la planificación operativa y aumentan la volatilidad en los flujos de carga. Los principales corredores marítimos podrían verse afectados por desvíos, demoras y aumentos en los costos, obligando a transportistas, operadores logísticos y empresas multinacionales a reconfigurar sus rutas y estrategias.


La incertidumbre también impacta en la inversión portuaria y en la digitalización de procesos logísticos, ralentizando iniciativas que buscaban mejorar la eficiencia y sostenibilidad del sector. En un mundo cada vez más interconectado, la logística se vuelve rehén de decisiones políticas que, lejos de generar estabilidad, profundizan la fragmentación del comercio internacional.


La actual situación plantea serios desafíos para el futuro del comercio global. Es necesario buscar soluciones multilaterales que promuevan el diálogo y la cooperación, con el objetivo de construir un sistema comercial más justo, sostenible y resiliente. La tensión comercial entre Estados Unidos y China no solo afecta a estos dos países, sino que tiene repercusiones globales en la economía y la cadena de suministro mundial.

Compartir: