Dólar cae a mínimo en tres años por aranceles y temor a inflación
El dólar estadounidense cae a su mínimo en tres años debido a las incertidumbres comerciales, al aumento de la inflación y a una disminución en la confianza del consumidor.

El mercado cambiario ha experimentado una notable volatilidad en las últimas semanas, con el dólar estadounidense mostrando una tendencia a la baja. Esta situación se debe a una compleja interacción de factores macroeconómicos, entre ellos, las tensiones comerciales internacionales, las perspectivas inflacionarias y la evolución del consumo interno.
Uno de los elementos que más presión ejerce sobre el dólar es la presión inflacionaria. Las expectativas de inflación a futuro se han incrementado, lo que genera incertidumbre en los mercados financieros. Esta situación llevaría a la Reserva Federal a implementar políticas monetarias restrictivas, como recortes de tasas, con el objetivo de controlar la escalada de precios.
El debilitamiento del dólar también se relaciona con las señales comerciales mixtas provenientes del gobierno estadounidense. Si bien se han anunciado exenciones temporales en aranceles para ciertos productos tecnológicos, también se ha planteado la posibilidad de imponer nuevos gravámenes en un futuro cercano.
Esta inestabilidad en las políticas comerciales genera incertidumbre económica entre los inversores y afecta negativamente la percepción del dólar. La confianza del consumidor estadounidense también ha experimentado una disminución, lo que refleja una mayor preocupación por el panorama económico.
Más estadounidenses anticipan dificultades financieras y un mayor riesgo de desempleo en los próximos meses, lo que contribuye a la debilidad del dólar. En este contexto, las declaraciones del presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, advierten sobre los riesgos de una desaceleración económica y un aumento en la inflación como consecuencia de los aranceles impuestos por la administración Trump.
Esta perspectiva genera preocupación en los mercados financieros y refuerza la tendencia a la baja del dólar. La combinación de factores macroeconómicos, como la presión inflacionaria, las políticas comerciales incierta y la disminución en la confianza del consumidor, ha llevado al dólar a niveles cercanos a su mínimo de tres años.