Ecuador registra contracción del 2% en su PIB durante el 2024
La economía ecuatoriana se contrajo 2% en 2024 debido a factores internos como la crisis política y energética, así como externos como la caída del precio del petróleo.

El 2024 culminó con un revés para la economía de Ecuador, registrando una contracción del 2.0%, según datos preliminares publicados por el Banco Central (BCE). Esta caída, que sorprendió tanto a expertos locales como a organismos internacionales como el Fondo Monetario Internacional (FMI), la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) y el Banco Mundial, dibuja un panorama económico mucho más sombrío del proyectado inicialmente.
El Producto Interno Bruto (PIB) retrocedió en medio de una conjunción de factores internos y externos que golpearon duramente el desempeño económico del país. Entre las causas principales se encuentran la crisis de seguridad, el cierre progresivo de los pozos petroleros del Bloque 43-ITT, la incertidumbre política derivada del proceso electoral que se desarrolló durante el año y un estiaje sin precedentes en seis décadas, que provocó extensos cortes de energía y afectó a diversos sectores productivos.
La caída del PIB estuvo impulsada principalmente por la disminución del consumo de hogares, que retrocedió 1.3% durante el año y por la contracción del gasto gubernamental en 1.2%. Además, la formación bruta de capital fijo, indicador que mide la inversión en infraestructura y maquinaria, se redujo 3.8%. En contraste, las exportaciones de bienes y servicios mostraron un crecimiento anual de 1.8%, contribuyendo a mitigar parcialmente la magnitud de la recesión económica.
Solo cinco de los 20 sectores económicos analizados presentaron un desempeño positivo en 2024: agricultura, ganadería y silvicultura (3.1%), actividades financieras y de seguros (1.3%), actividades inmobiliarias (1.3%), manufactura de productos alimenticios (0.2%) y salud y asistencia social (0.3%). Sin embargo, estas cifras no fueron suficientes para contrarrestar las fuertes caídas registradas en industrias clave como la construcción, la explotación de minas y canteras, el suministro de electricidad y agua, y las actividades profesionales, técnicas y administrativas.
Vulnerabilidades estructurales
Un factor determinante en la contracción fue el impacto de los prolongados cortes de energía, que según estimaciones del BCE causaron pérdidas económicas por 1,916 millones de dólares (mdd), equivalentes al 1.4% del PIB. Los sectores más afectados por esta crisis energética fueron el comercio, la manufactura y los servicios. El comportamiento trimestral de la economía también reflejó la gravedad del deterioro.
Aunque el cuarto trimestre de 2024 presentó un crecimiento de 1.3% respecto al tercer trimestre, impulsado por una recuperación en la formación bruta de capital fijo, las exportaciones y el consumo de los hogares, en comparación interanual el PIB cayó 0.9% respecto al mismo periodo de 2023. A pesar de la aprobación de reformas tributarias y el apoyo financiero acordado con el FMI a través de un programa de Servicio Ampliado por 4,000 mdd, las condiciones internas siguen siendo frágiles.
La situación fiscal, en particular, se ha visto presionada por el aumento del gasto público relacionado con medidas de seguridad y la caída de ingresos petroleros tras el cierre progresivo del Bloque 43-ITT. Otros factores externos, como la posible imposición de nuevos aranceles en el comercio internacional, también representan riesgos adicionales para la recuperación económica.
Según las previsiones actuales del Banco Central, se espera que el PIB crezca 2.8% en 2025. Sin embargo, esta proyección dependerá en gran medida de la estabilidad política, la normalización de la situación energética y la evolución de los precios internacionales del petróleo y otros productos de exportación. Es importante destacar que los datos divulgados por el BCE estarán sujetos a revisiones posteriores. La versión provisional de las cuentas nacionales anuales de 2024 será publicada en diciembre de 2025, y la definitiva en diciembre de 2026.
El retroceso registrado en 2024 marca el primer año de contracción económica de Ecuador después de tres años consecutivos de crecimiento. Esta situación representa una señal de alerta sobre las vulnerabilidades estructurales que persisten en la economía del país y exige un enfoque estratégico para fortalecer su resiliencia a través de medidas que promuevan la estabilidad fiscal, atraigan inversiones y mejoren la infraestructura energética.