Ratios financieros para evaluar gestión ESG de empresas
La inversión sostenible cobra importancia al considerar riesgos ESG y su impacto en la rentabilidad de las empresas.

El interés por incorporar los criterios ESG en el ámbito financiero ha ido en aumento a nivel mundial. Un informe de Morgan Stanley refleja que el 77% de los grandes fondos de inversión, como aseguradoras y fondos de pensiones, están considerando estas prácticas en sus carteras de inversión.
Sin embargo, la implementación de criterios ESG presenta diversos desafíos. En primer lugar, es fundamental saber de las tres categorías principales de riesgo, de acuerdo con Antut Advisors:
1) Gestión de riesgos: Se refiere a las amenazas que enfrenta una empresa para alcanzar sus objetivos. Estos riesgos son inherentes a cualquier entorno y sector, por lo que es crucial abordarlos para minimizar su impacto en los resultados financieros. Los estados financieros deben ajustarse considerando el riesgo ESG para medir de manera más precisa la situación de la empresa.
2) Gestión medioambiental: Este aspecto se centra en el impacto que la empresa puede tener sobre el medio ambiente. Ejemplos incluyen las emisiones de gases de efecto invernadero y el consumo de recursos hídricos en áreas con escasez. Las empresas deben adoptar prácticas sostenibles para mitigar este tipo de riesgos.
3) Gestión social y de gobierno: Implica aspectos como la igualdad de salarios entre géneros en puestos de igual responsabilidad, la inversión en comunidades afectadas por las operaciones de la empresa, y la salud y seguridad de los empleados y la comunidad en general. Estos factores son cruciales para evaluar el impacto social de una empresa y su compromiso con la sostenibilidad.
Para evaluar la gestión ESG de una empresa, es posible utilizar diversos ratios financieros:
a) Rentabilidad Ajustada por Riesgo ESG: Este indicador se calcula ajustando las métricas de rentabilidad, como los márgenes operativos y el ROE, en función de los riesgos ESG que enfrenta la empresa y su sector. Por ejemplo, una empresa del sector hidrocarburos deberá considerar el costo del riesgo de un derrame de petróleo, mientras que una empresa de telecomunicaciones debe ajustar sus ratios por el costo de la revelación de datos personales de sus clientes. Las empresas con una mejor gestión ESG deberían mostrar márgenes más altos en comparación con aquellas que carecen de políticas ESG.
b) Ratio de Riesgo ESG sobre el Capital: Este ratio mide el impacto de los riesgos ESG en la estructura de capital de la empresa. Un bajo ratio indica que la empresa tiene una buena capacidad para gestionar los riesgos ESG sin comprometer su estabilidad financiera.
c) Costo del Capital Ajustado por ESG (WACC ajustado por ESG): Las empresas que demuestran una mejor gestión ESG tienden a tener un costo de capital más bajo. Esto se debe a que los inversores y acreedores que valoran la gestión ESG suelen otorgar préstamos a mejores tasas a estas empresas, reduciendo así su tasa de descuento y aumentando su valor patrimonial.
En conclusión, la adopción de criterios ESG en el análisis financiero no solo es una tendencia en crecimiento a nivel global, sino que también representa un factor clave para la sostenibilidad y la rentabilidad a largo plazo de las empresas.
La gestión adecuada de los riesgos ESG, así como la implementación de prácticas sostenibles, pueden generar resultados financieros más sólidos. Las empresas que incorporan de manera efectiva los criterios ESG en su estrategia y operaciones están mejor posicionadas para enfrentar los desafíos del entorno actual y aprovechar las oportunidades que surgen en un mercado cada vez más enfocado en la sostenibilidad.