Papa Francisco: adiós al líder que electrificó el Vaticano
El Papa Francisco impulsó la electrificación del Vaticano, utilizando papamóviles de energía alternativa y promoviendo las tecnologías limpias en la industria automotriz.

El mundo llora la pérdida del Papa Francisco I, quien falleció hoy a los 88 años dejando un legado marcado por su profunda espiritualidad y compromiso con la justicia social. Durante su papado de 12 años, Bergoglio, el primer argentino en ocupar el cargo más elevado de la iglesia católica, se destacó por su mensaje de unidad, paz y amor, que resonó en cada rincón del planeta.
Más allá de su influencia espiritual, el Papa Francisco demostró ser un líder vanguardista en una era marcada por los desafíos tecnológicos y ambientales. Su interés en las energías alternativas se hizo evidente a través de decisiones audaces que impulsaron la electrificación de la flota vehicular del Vaticano.
En una muestra de su compromiso con un futuro más sostenible, el Papa Francisco firmó un acuerdo con el Grupo VW para dotar a la Santa Sede de una gama de modelos ID.3 Pro, marcando un hito en la adopción de vehículos eléctricos en instituciones de gran relevancia global.
Innovación y sostenibilidad
El Vaticano se convirtió en un escenario donde la innovación y la sostenibilidad se entrelazaban. Bajo el liderazgo del Papa Francisco, se implementaron papamóviles impulsados por baterías y hasta hidrógeno, convirtiendo a la institución religiosa en un ejemplo para el mundo.
No solo promovió la electrificación, sino que también mostró su apoyo a los argentinos que trabajan en el sector. Reconoció el talento de ingenieros y diseñadores de automóviles como Horacio Pagani, destacando el potencial del país en el desarrollo de tecnologías limpias.
El legado del Papa Francisco trasciende las fronteras religiosas. Su ejemplo inspira a líderes y ciudadanos a tomar medidas concretas para proteger el planeta y construir un futuro más justo para todos. Su interés en las energías alternativas no solo se limitó a la adquisición de vehículos eléctricos, también extendió su influencia a otros ámbitos.
Su apoyo a la Fórmula E, al bendecir los automóviles eléctricos y recibir donaciones de diversos modelos, consolidó su posición como un defensor de la movilidad sostenible. La decisión del Papa Francisco de subastar los vehículos de combustión que recibía como donación, destinando las ganancias a fines benéficos, demuestra su compromiso con una transición hacia un modelo energético más limpio y responsable.
Esta acción marcó un precedente importante en el mundo del automovilismo, mostrando que es posible conciliar la innovación tecnológica con la responsabilidad social. En sus últimos años, a pesar de enfrentar desafíos físicos, el Papa Francisco siguió siendo un referente para millones de personas en todo el mundo. Su mensaje de esperanza y su compromiso con la justicia social resonaron aún más fuerte, inspirando a generaciones a construir un futuro mejor.