Chile lidera transición energética al reducir el uso de carbón

Chile lidera la transición energética en el mundo, reduciendo drásticamente el uso de carbón en favor de energías renovables, con un objetivo de entre 80 y90% para 2030.

Chile está liderando la transformación de su matriz energética, cerrando centrales de carbón a una velocidad asombrosa. Este esfuerzo ha superado incluso a naciones como China, conocida por su capacidad en el desarrollo de energías renovables.


Este cambio en el suministro de enrgía es importante porque hace una década el carbón era responsable de la mitad de la electricidad en Chile. Sin embargo, en los primeros 10 meses de 2024, esta cifra se redujo 15.8%, marcando un avance significativo en la transición hacia fuentes de energía más limpias y sostenibles.


Este cambio radical ha sido impulsado por la rápida adopción de la energía eólica y solar, consolidándose como la nueva base de la generación eléctrica en el país. Las energías renovables representan 66.8% de la generación eléctrica chilena, posicionando al país como un líder en integración fotovoltaica, con 20.9% del mix, superando con creces la producción eólica, que representa 12.8%


La transformación en la matriz energética de Chile no solo se debe a la implementación de tecnologías más limpias, sino también a un cambio de mentalidad impulsado por organizaciones ambientalistas y la sociedad civil.


A inicio de la última década, se frenó la instalación de nuevas minas de carbón y centrales hidroeléctricas en regiones sensibles, como la Patagonia. Esta oposición sentó las bases para la implementación de una regulación ambiental pionera en la región, promoviendo la inversión en fuentes renovables.


Impuesto al carbono y nuevas regulaciones

Un punto crucial en esta transformación fue la imposición de un precio a la contaminación, convirtiendo a Chile en el primer país de Sudamérica en establecer un impuesto al carbono. Esta medida, junto con la implementación de nuevos estándares de emisiones, encareció la edificación de plantas de carbón en 30%.


Además, las centrales de carbón operativas debían abonar el impuesto al carbono, convirtiendo la producción eléctrica a partir de este combustible en un negocio menos rentable, en comparación con las fuentes renovables.


Según el ex ministro de Medio Ambiente de Chile, Marcelo Mena-Carrasco, actualmente director ejecutivo de The Global Methane Hub, la transición energética del país se basa en principios de mercado. Este enfoque ha demostrado ser exitoso, posicionando a las energías renovables como la opción más rentable y sostenible.


A medida que los costos de operación de los parques eólicos y solares se han nivelado, se evidenciao que su mantenimiento es más económico que el de las centrales de carbón. No satisfecha con la reducción actual del uso de carbón, Chile tiene planes ambiciosos para el futuro.


El objetivo es completar la eliminación gradual de todas las centrales de carbón, incluidas las más recientes, hacia finales de 2030. Este compromiso implica el cierre de algunas de las centrales más modernas, apenas seis años después de su inauguración. Para 2030, se espera que las energías renovables representen entre 80 y 90% del mix energético del país.

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