El torio contribuirá a la independencia energética de China

China busca aprovechar el torio, un recurso energético abundante en sus tierras, para satisfacer su demanda energética durante 60,000 años y reducir la dependencia de combustibles fósiles.

China dejaría de ser el principal país contaminante del mundo al dirigir su atención hacia el torio, un recurso energético más abundante que el uranio, con el objetivo de satisfacer su creciente demanda energética a largo plazo.


Este interés se traduce en la intención de extraer y utilizar el torio presente en los residuos mineros del país, lo que representaría la independencia energética de la nación, olvidando los combustibles fósiles.


Según un estudio, China cuenta con reservas de torio que cubrirían sus necesidades energéticas durante 60,000 años. Este dato sorprendente abre la puerta a una fuente de energía más sostenible y duradera.


Para sacar provecho del torio, China explora la tecnología de reactores de sales fundidas, una alternativa que aún enfrenta desafíos en términos de extracción rentable y desarrollo; pero lidera estos esfuerzos con el fin de hacer del torio una fuente energética viable en el futuro.


Así, inició la construcción de la primera planta nuclear de torio y sal fundida como base, ubicada en el desierto de Gobi, que iniciaría operaciones en 2029 y tendrá una capacidad máxima de generación de calor de 60 megavatios.  


El Instituto de Física Aplicada de Shanghai se encargará tanto de la construcción como de la operación de esta central modular, cuyo sistema no requerirá agua para enfriar el núcleo, lo que permitirá un diseño más compacto y simplificado. Además, tendrá la ventaja de ser a prueba de accidentes.

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