Nuevo enfoque para la seguridad energética global

La Cumbre sobre el Futuro de la Seguridad Energética busca cambiar el enfoque hacia los combustibles fósiles, priorizando la electricidad y la diversificación de fuentes de energía para garantizar la seguridad energética global.

La Agencia Internacional de la Energía (AIE), entidad fundada en 1973 como respuesta a la crisis petrolera que azotó al mundo aquel año, realiza en Londres, junto con el gobierno del Reino Unido, una cumbre crucial para trazar el futuro de la seguridad energética global.


El evento, marcado por la incertidumbre geopolítica generada por figuras políticas como Donald Trump y su postura hacia las energías renovables, reune a más de 60 líderes políticos y representantes del sector energético, este 24 y 25 de abril.


A pesar del bajo nivel de la delegación estadounidense en la cumbre y la ausencia justificada por agenda de China, el encuentro tiene el potencial de marcar un hito al cambiar el enfoque histórico centrado en los combustibles fósiles hacia una nueva era donde la seguridad eléctrica se erige como prioridad estratégica.


El documento confidencial preparatorio de la cumbre, circulado por la AIE, insta a los gobiernos a convertir “la seguridad eléctrica en una prioridad estratégica de la política” y establece tres reglas de oro para lograr esta meta: diversificación, predictibilidad y cooperación.


Fatih Birol, director ejecutivo de la AIE, explicó que la diversificación de las fuentes de energía y de los países proveedores es crucial para mitigar los riesgos geopolíticos y técnicos. La predictibilidad en el sector energético, fundamental para inversiones a largo plazo, se ve amenazada por la constante alteración de las reglas del juego en la actualidad.


Y subrayó que “ningún país es una isla energética”, haciendo hincapié en la necesidad de cooperación internacional. Desde 2010, la demanda de energía eléctrica ha experimentado un crecimiento doble al de la demanda global de toda la energía.


Vehículos eléctricos, Data Centers y sistemas de Inteligencia Artificial impulsan una creciente necesidad de electricidad que exige soluciones innovadoras y sostenibles. Si bien las energías renovables han ganado terreno, la batalla por acceder al suministro en momentos de escasez se torna cada vez más relevante.


Mayor inversión

Ignacio Sánchez Galán, presidente ejecutivo de Iberdrola, enfatizó la necesidad de invertir significativamente en redes de transmisión y distribución para garantizar el acceso a la electricidad para los nuevos agentes del mercado, como vehículos electrónicos y Data Centers.


También reclamó un marco regulatorio previsible que fomente la inversión y evite litigios excesivos, asegurando así la estabilidad y predictibilidad del sector. En este sentido, el gobierno inglés busca simplificar la planificación e infraestructura energética, incluyendo la reducción de obstáculos a las demandas de particulares que suelen alargar los proyectos durante años.


La seguridad eléctrica se presenta como una prioridad nacional, y el desarrollo de infraestructuras robustas es fundamental para enfrentar los desafíos del futuro. Javier Blas, de Bloomberg, dijo que si bien la atención suele centrarse en las centrales nucleares, de gas, parques eólicos y placas solares, los principales problemas se encuentran en el suministro y en la movilidad de la electricidad desde la producción hasta los consumidores.


La complejidad de las redes eléctricas de distribución, especialmente en los últimos kilómetros, las vuelve más vulnerables a ciberataques que incluso las redes de petróleo o gas. La AIE busca que la cumbre de Londres establezca nuevas prioridades y enfoques para el futuro energético global.


Si bien el petróleo y el gas seguirán desempeñando un papel importante, la inversión en energía limpia ya no es solo una cuestión climática, sino una necesidad urgente de seguridad nacional. El mundo aún debe aprender de las lecciones de Ucrania, donde la dependencia energética se convirtió en una vulnerabilidad estratégica.

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