Efecto deI corte del suministro de gas ruso en Europa
El corte del suministro de gas ruso ha generado crisis humanitarias en Moldavia y Transnistria, mientras algunos países exploran alternativas para enfrentar los retos energéticos que tienen.

El fin del suministro ruso de gas a Europa ha generado una serie de desafíos energéticos en el continente, que han afectado de manera desigual a distintas naciones. Moldavia y la región de Transnistria enfrentan crisis humanitarias, mientras que Eslovaquia y Hungría exploran alternativas costosas como el Gas Natural Licuado y el gasoducto TurkStream, que atraviesa el Mar Negro.
La dependencia del TurkStream y las tensiones en el mercado gasista europeo han aumentado, provocando un incremento significativo en los precios del gas y afectando las reservas subterráneas.
Asimismo, en medio de esta crisis, se han evidenciado divisiones internas en la Unión Europea en cuanto al apoyo a Ucrania y la gestión de relaciones con Rusia. Estos desacuerdos han dificultado la formulación de respuestas concertadas ante la situación energética.
En tanto, la Agencia Internacional de la Energía (AIE) ha subrayado la necesidad de aumentar la capacidad de almacenamiento y acelerar la implementación de alternativas sostenibles para garantizar la seguridad energética, con el uso de energía solar y eólica, biocombustibles, entre otras fuentes.