Europa recibe cada vez menos gas ruso

Europa registra la disminución del gas ruso, que pasó de 40 al 8%, afectando a países como Hungría, Austria y Eslovaquia.

Anteriormente, Rusia era responsable del 40% del suministro de gas en Europa, generando una fuerte dependencia energética que limitaba la autonomía de algunos países ante las decisiones del Kremlin.


Sin embargo, en 2023, la situación ha cambió drásticamente, con la dependencia reducida al 8%, después de un 40%. No obstante, naciones como Hungría, Austria y Eslovaquia todavía dependen en gran medida del gas ruso, lo que las hará vulnerables al acuerdo entre Ucrania y la compañía Gazprom, que terminará este año.



Efectos en el comercio energético

En un panorama anterior al conflicto bélico, las empresas estatales de Rusia y Ucrania, Gazprom y Naftogaz, habían establecido acuerdos para la exportación de gas ruso a la Unión Europea a través del territorio ucraniano.


Esta relación comercial, antes fluida, ahora se encuentra interrumpida, generando desafíos para el abastecimiento energético en la región.


La transformación en la dinámica del suministro de gas ruso en Europa representa un cambio estructural en el panorama energético de la región, con implicaciones en términos de abastecimiento y de relaciones geopolíticas y comerciales entre los países involucrados.


La búsqueda de alternativas y la diversificación de fuentes de suministro se convierten en aspectos cruciales para garantizar la seguridad energética del continente europeo en el futuro.

Compartir: