Historia de la electrónica analógica: del diodo de vacío al transistor de unión

La electrónica analógica estudia sistemas con variables continuas. Evolucionó desde el diodo de vacío hasta el transistor, permitiendo la miniaturización de dispositivos.

La electrónica analógica se enfoca en estudiar sistemas donde las variables, como la tensión y corriente, experimentan cambios continuos a lo largo del tiempo, pudiendo, teóricamente, adoptar infinitos valores. Esto la distingue de la electrónica digital, donde las variables solo pueden asumir valores discretos con un estado perfectamente definido en todo momento.


Los inicios de la electrónica: el diodo de vacío

El punto de partida de la electrónica se sitúa en el año 1904 con la invención del diodo de vacío por John Ambrose Fleming. Este dispositivo, basado en el efecto Edison, permitió la manipulación de electrones en válvulas al vacío, sentando las bases para una amplia gama de aplicaciones.


Thomas Alva Edison, precursor de la emisión termoiónica, observó este fenómeno en 1883 al colocar una lámina en una bombilla para evitar el ennegrecimiento causado por el filamento de carbón. Cuando la lámina metálica se polarizaba positivamente respecto al filamento, se generaba una pequeña corriente entre ambos elementos.


La llegada del triodo: un avance significativo

El avance decisivo en la evolución de la electrónica analógica se produjo en 1906 con la invención del triodo por Lee De Forest. Este dispositivo amplió las posibilidades del diodo de vacío al incorporar una rejilla de control situada entre el cátodo y la placa, permitiendo modificar la corriente de la placa al variar la nube electrónica del cátodo. Este avance resultó crucial para el desarrollo de amplificadores de sonido, receptores de radio, televisores y otras aplicaciones electrónicas.


El perfeccionamiento de las válvulas de vacío

A lo largo del tiempo, las válvulas de vacío continuaron perfeccionándose, dando lugar a variantes como los tetrodos (válvulas de cuatro electrodos) y los pentodos (válvulas de cinco electrodos), así como otras válvulas diseñadas para aplicaciones de alta potencia. Uno de los avances más significativos en esta área fue la miniaturización de las válvulas, que permitió la creación de dispositivos más compactos y eficientes.


El impacto del transistor en la miniaturización

La revolución en la miniaturización de dispositivos electrónicos se consolidó con la aparición del transistor, desarrollado por John Bardeen y Walter Brattain en Bell Telephone en 1948. Esta innovación marcó un hito al permitir una reducción significativa en el tamaño de los radios y otros equipos electrónicos.


Posteriormente, en 1949, se introdujo el transistor de unión, que se convirtió en el componente fundamental empleado en la mayoría de las aplicaciones de la electrónica analógica.


Ventajas del transistor sobre las válvulas

Los transistores presentan numerosas ventajas en comparación con las válvulas de vacío. En primer lugar, su tamaño y fragilidad son considerablemente menores, lo que permite su integración en dispositivos más compactos.


Además, los transistores exhiben un mayor rendimiento energético y requieren menores tensiones de alimentación, lo que contribuye a una mayor eficiencia general de los dispositivos electrónicos.


A diferencia de las válvulas, que operan en vacío, los transistores funcionan en un estado sólido semiconductor (generalmente silicio), lo que elimina la necesidad de altas tensiones para su funcionamiento.


En conclusión, la evolución de la electrónica analógica ha estado marcada por hitos significativos, desde la invención del diodo de vacío hasta la irrupción del transistor. Estos avances han permitido una miniaturización sin precedentes en dispositivos electrónicos, mejorando su rendimiento y eficiencia.


La trayectoria de la electrónica analógica continúa siendo objeto de estudio y desarrollo, abriendo nuevas oportunidades para la innovación tecnológica.

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