China trabaja en una ambiciosa estación solar en el espacio

China está avanzando en proyectos de energía solar espacial, buscando su viabilidad y desarrollo tecnológico para generar energía continua en órbita.

En el ámbito de la investigación de la energía solar, la República Popular China tiene más de una década trabajando en proyectos pensados para estar en el espacio, que gracias a sus avances, uno podría convertirse en una posibilidad tangible en los siguientes años.


Desde 2021, el Centro de Ciencia y Tecnología Aeroespacial de China (CASC) ha demostrado su compromiso con la construcción de estaciones de energía solar en órbita, un objetivo claro plasmado en la planificación del cohete CZ-9.


Este cohete se ha diseñado con la capacidad de llevar a cabo múltiples lanzamientos para implementar proyectos de energía solar espacial, destacando la importancia estratégica que la nación asiática otorga a esta tecnología.


Una de las propuestas presentadas implica el desarrollo de una estación geostacionaria de energía solar experimental con capacidad para generar un megavatio de potencia. Este ambicioso proyecto, que tiene unas dimensiones de 600 x 300 metros y una masa de 660 toneladas, requeriría un total de 17 lanzamientos del CZ-9 para su colocación en órbita.


Sin embargo, el horizonte se amplía aún más con la planificación de una estación para el año 2050, diseñada para generar un gigavatio de potencia, con una imponente masa de 10,000 toneladas y una longitud de veinte kilómetros, demandaría la realización de 143 lanzamientos del CZ-9.



Aplicaciones futuras de la energía solar espacial

La ubicación de estas estaciones en órbita geoestacionaria implica la necesidad de contar con una antena orientada constantemente hacia la Tierra y un panel solar orientado hacia el Sol. Esta configuración optimiza la recolección de energía y simplifica la orientación al Sol, ampliando las posibilidades de uso de esta tecnología en el espacio.


Las propuestas de estaciones de energía solar en órbita no solo están destinadas a abastecer a la Tierra, sino que también se conciben para proporcionar energía a futuras bases lunares o instalaciones en la superficie de Marte, lo que marca un avance significativo en la exploración y potencial colonización de otros cuerpos celestes.


Las ventajas que ofrecerían en términos de generación de energía continua, así como su disponibilidad en lugares donde la energía solar terrestre es limitada, como en el espacio profundo, hacen que estos proyectos merezcan ser considerados seriamente en el contexto actual de búsqueda de fuentes de energía sostenibles y eficientes.

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