Consejos de administración cobran relevancia en momentos complejos
El entorno empresarial complejo exige que los consejos de administración, incluyendo a sus miembros independientes, aborden la volatilidad económica, el impacto tecnológico e importancia de la sostenibilidad.

El panorama empresarial actual presenta retos cada vez más complejos, donde eventos disruptivos se suceden sin pausa. Cambios políticos en diversos países, repercusiones de políticas públicas, interrupciones en las cadenas de suministro, inflación y variaciones en las tasas de interés, así como la creciente importancia de la ciberresiliencia en un mundo digitalizado, son solo algunos ejemplos del entorno dinámico que enfrentan las compañías.
En este contexto, el rol del Consejo de Administración cobra una relevancia fundamental. En este sentido, la contribución de sus miembros independientes es esencial para ayudar a las empresas a fortalecer su respuesta ante los diversos retos que se presentan. Estos especialistas aportan no solo una visión fresca y profesional, sino también un valor significativo a corto, mediano y largo plazo.
Es por ello que las organizaciones deben colaborar estrechamente con todas las personas que componen su Consejo de Administración, definiendo en conjunto las dinámicas y temas prioritarios para el futuro. Este trabajo conjunto permite establecer una base sólida para afrontar los desafíos del entorno empresarial actual y planificar estrategias efectivas para el éxito a largo plazo.
La complejidad actual continuará, por lo que es necesario reconocer los retos que enfrentarán las organizaciones, tanto aquellos ya identificados como los que puedan surgir en el futuro. Desinformación, polarización, eventos que generan volatilidad e incertidumbre son algunos ejemplos de estos desafíos. Para hacer frente a ellos, es fundamental establecer una interacción frecuente, efectiva y oportuna entre el Consejo de Administración y la Alta Dirección.
Esta comunicación constante permitirá revisar las estrategias implementadas y sus posibles impactos en el entorno dinámico. Los integrantes independientes del Consejo de Administración deben fomentar conversaciones que apoyen la creación de procesos para identificar los sucesos que pueden afectar a la compañía, así como definir estrategias para enfrentarlos de manera proactiva.
Este año, México enfrenta un desafío adicional debido al cambio en la administración del país. Este cambio suele conllevar la implementación de nuevas políticas públicas y regulaciones, por lo que los consejos de administración deben apoyar a sus compañías en la definición de sistemas de alerta temprana para anticipar estos cambios.
Tecnología, aliado en cumplimiento regulatorio
Además, es importante cuestionar la adopción de Tecnologías de la Información (TI) como herramientas clave que ayuden a garantizar el cumplimiento regulatorio, incluyendo las normativas fiscales. Actualmente, las autoridades utilizan cada vez más tecnologías para agilizar los procesos fiscales, lo que convierte en una prioridad para el Consejo de Administración el análisis y comprensión de estas tendencias.
El documento Perspectivas de la Alta Dirección en México 2025 señala que las organizaciones planean destinar entre 2 y 10% de sus ingresos en iniciativas de innovación, siendo la Inteligencia Artificial (IA) e IA generativa (AGI, por sus siglas en inglés) uno de los ejes centrales. Este enfoque refleja la creciente importancia de la IA en la estrategia empresarial y su impacto en los criterios ambientales, sociales y de gobierno corporativo (ESG).
El Consejo de Administración debe tener un papel activo en la promoción de una implementación ética y responsable de la IA, considerando sus implicaciones sociales, éticas y ambientales. Es fundamental asegurar que el desarrollo y uso de la IA se alineen con los valores y principios ESG, contribuyendo al bienestar social y la sostenibilidad ambiental.
Además, los ataques cibernéticos representan una amenaza significativa para las organizaciones. La frecuencia y sofisticación de estos ataques están en aumento, por lo que mantenerse alerta es esencial. El consejo debe abordar críticamente, de manera puntual y recurrente las implicaciones de este riesgo, evaluando la posible incorporación de especialistas independientes capaces de aportar su experiencia en ciberseguridad.
Prestar atención a los riesgos no solo mitigará pérdidas económicas, sino que también evitará que la reputación de las organizaciones se vea erosionada. La gestión proactiva de riesgos cibernéticos es crucial para proteger los activos empresariales y mantener la confianza de los stakeholders.
A pesar de los recientes debates en torno a temas ESG, las expectativas de inversionistas, calificadoras, instituciones financieras, activistas, entidades reguladoras y colaboradores demandan mantenerlos como un punto prioritario en la agenda. El nivel de compromiso que expresan las empresas con estos criterios debe reflejarse desde el Consejo de Administración, así como el apoyo a análisis relacionados.
Identificar los riesgos y cuestiones materiales más relevantes en relación con este tipo de temáticas es un ejercicio que cada compañía en particular debe realizar. Sin embargo, existen desafíos comunes como el estrés hídrico, la transición energética, el apoyo a comunidades vulnerables y los temas de diversidad, equidad e inclusión (DEI).
Estos últimos deben abordarse de manera integral, considerando que la organización debe promover diversidad de habilidades, experiencias, edades, industrias, perfiles y pensamiento. Además, es crucial poner especial atención en aquellos programas que fomentan la participación de mujeres en igualdad de condiciones, especialmente en posiciones de Alta Dirección.