FBI cierra oficina de diversidad; Trump dice que nunca debió abrir

La reciente decisión del FBI de clausurar su oficina de diversidad e inclusión ha generado un gran revuelo en el panorama empresarial y gubernamental de Estados Unidos. Esta acción se suma a una creciente ola de desmantelamiento de programas y departamentos dedicados a promover dichos aspectos en diversas organizaciones, lo que plantea interrogantes sobre el futuro de la equidad y la representación en el ámbito laboral.

A esta "tendencia" se han sumado diversas compañías e instituciones estadunidenses, que han optado por reducir o eliminar sus iniciativas de diversidad. Gigantes como Walmart, Ford, Meta, Harley-Davidson y McDonald's han dado un giro en sus políticas, dejando a un lado sus programas destinados a fomentar un entorno laboral más inclusivo y diverso.

Estas decisiones van más allá de meras reestructuraciones internas; representan un cambio significativo en la dirección que asumen las organizaciones frente a la diversidad y la inclusión. Además, suscitan inquietudes sobre el potencial retroceso en la búsqueda de igualdad de oportunidades para todas las personas, independientemente de su raza, género u orientación sexual.

La suspensión de programas de diversidad, inclusión y equidad, como la llevada a cabo por Meta tras desactivar su sistema de verificación, plantea interrogantes sobre el compromiso de estas empresas con la construcción de un entorno laboral más justo y equitativo. Para especialistas, la eliminación de estas iniciativas podría perpetuar desigualdades y limitar el acceso de diversos grupos a oportunidades laborales de calidad.

Tras el anuncio de cierre de la oficina del FBI, el presidente electo de Donald Trump, cuya investidura será el 20 de enero, comentó que la Oficina de Diversidad, Equidad e Inclusión "nunca debió abrirse, y si lo hizo, debió cerrarse hace tiempo. ¿Por qué cierran un día antes de la inauguración de una nueva administración? La razón es: ¡corrupción!".