Diversidad e inclusión en empresas para construir organizaciones resilientes
La diversidad, equidad e inclusión son esenciales para crear empresas resilientes, pues fomentan la igualdad de oportunidades, competitividad y sostenibilidad, además de ser éticamente fundamentales.

Los valores de diversidad, equidad e inclusión (DEI) han trascendido la mera obligación legal para convertirse en elementos imprescindibles en la estrategia organizacional. Las empresas que priorizan la DEI promueven un entorno de trabajo más justo y obtienen ventajas competitivas significativas en un mercado cada vez más consciente y exigente.
La implementación de políticas DEI en el entorno laboral constituye un compromiso con la dignidad inherente a todas las personas, cumple con las regulaciones y representa una declaración clara de valores fundamentales que deben regir la vida corporativa ética, además, contribuyen a formar sociedades más justas.
La Declaración Universal de los Derechos Humanos y la Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación y los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la Agenda 2030 proporcionan un marco normativo que orienta las acciones en favor de las DEI que deben ser adoptadas por gobiernos, instituciones y empresas.
Dentro de las políticas DEI, existen diversas prácticas clave que pueden implementarse para promover la inclusión efectiva en el ámbito laboral. Entre ellas destacan los programas de reclutamiento inclusivo, la capacitación en sesgos inconscientes, la creación de redes de apoyo para grupos subrepresentados y el establecimiento de protocolos contra la discriminación.
Estas acciones, además de contribuir a la eliminación de barreras estructurales, fortalecen el sentido de pertenencia y bienestar de las personas colaboradoras, generando un ambiente laboral más saludable y productivo. Asimismo, la promoción de liderazgos diversos se erige como una estrategia fundamental para garantizar la representación equitativa en los niveles de toma de decisiones, lo que a su vez enriquece la perspectiva y creatividad en la gestión empresarial.
Falta visión para implementar DEIs en empresas
A pesar de los beneficios indiscutibles de las políticas DEI, la implementación efectiva de estas estrategias enfrenta diversos desafíos. Si bien algunas empresas han avanzado significativamente en la consolidación de ambientes inclusivos, otras han optado por decrecer su compromiso con estas prácticas, como en Estados Unidos, donde diversas organizaciones han desmantelado sus programas DEI, generando inquietudes sobre el futuro de estas iniciativas en el sector privado.
En contraste, existen empresas que reafiman la innegociabilidad de la diversidad e inclusión, reconociendo la creciente demanda de los clientes y grupos de interés por entornos laborales inclusivos y representativos. En el contexto mexicano, por ejemplo, 80% del empleo formal se genera en el sector privado, por lo que las empresas juegan un papel crucial en la reducción de brechas de desigualdad y en la lucha contra la discriminación.
Según la Encuesta Nacional sobre Discriminación 2022, 23.7% de la población adulta ha sufrido discriminación por factores como apariencia física, género, edad o nivel educativo. Estas cifras evidencian la necesidad de que el sector privado asuma un rol protagónico en la promoción de una cultura laboral diversa, equitativa e inclusiva.
Implementar políticas DEI no solo es un acto de justicia social, sino también una estrategia empresarial inteligente que puede traducirse en una mayor innovación, acceso a talento diverso y sostenibilidad a largo plazo. Además, los beneficios económicos de la diversidad en el ámbito empresarial son cada vez más evidentes. Empresas con mayor diversidad en liderazgo han demostrado generar 19% más de ingresos por innovación.
Además, se ha comprobado que los equipos diversos toman mejores decisiones de negocio en 87% de los casos, lo que resalta la importancia de contar con diferentes perspectivas y experiencias en la toma de decisiones estratégicas. Asimismo, las empresas con al menos 30% de liderazgo femenino incrementan 15% su margen neto, lo que evidencia el impacto positivo de la diversidad de género en el rendimiento financiero.