México y el reto de atraer empresas tecnológicas: limitaciones educativas y género en el mercado laboral
México, aunque en buena posición para atraer empresas tecnológicas, enfrenta carencias educativas en STEM y desigualdad de género en el mercado laboral.

México goza de en una posición estratégica para atraer empresas tecnológicas, pero enfrenta carencias educativas en STEM y desigualdad de género en el mercado laboral, un tema preocupante en el contexto del nearshoring y de las empresas que quieren sus operaciones más cerca de Estados Unidos.
Esta perspectiva promete importantes inversiones extranjeras que podrían tener un impacto positivo en la economía del país. Sin embargo, es esencial preguntarse si México realmente se encuentra preparado para recibir a estas empresas de alta tecnología.
Lamentablemente, la situación actual no respalda esa idea optimista. De acuerdo con datos recientes de la OCDE, el 42% de los jóvenes mexicanos de entre 25 y 34 años de edad no ha terminado la preparatoria, cifra que triplica el promedio de la organización, fijado en un 14%.
Este dato plantea una grave preocupación sobre la preparación de la fuerza laboral mexicana frente a los desafíos del mundo laboral moderno. Es cuestionable cómo México podrá competir con países que están invirtiendo de manera significativa en la formación de su capital humano.
La brecha de género en el ámbito laboral
Otro aspecto preocupante es la notoria brecha de género en la participación laboral. A pesar de que las mujeres suelen obtener resultados educativos superiores a los hombres, su representación en el mercado laboral es de manera significativa menor.
Este desequilibrio plantea un desafío para las empresas tecnológicas, que valoran la diversidad y la equidad en sus entornos de trabajo. La falta de una cultura inclusiva en el ámbito laboral podría ser un obstáculo para atraer inversiones del sector tecnológico a México.
El papel del gobierno
Este escenario plantea un importante reto para el nuevo gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo. Si bien ha manifestado su intención de invertir en educación, ciencia y tecnología, es imperativo que estas inversiones se traduzcan en políticas concretas y efectivas.
No basta con destinar recursos; es fundamental implementar estrategias que fomenten la participación en las disciplinas STEM, haciendo especial énfasis en la inclusión de mujeres y grupos subrepresentados.
Solo a través de un enfoque integral que aborde tanto la capacitación técnica como la equidad de género, México podrá posicionarse como un destino atractivo para las empresas tecnológicas, atrayendo inversiones que impulsen el desarrollo económico y la creación de empleo de calidad.