G20 Social: inclusión, democracia y reforma de gobernanza global

La Declaración de Río de Janeiro aboga por la justicia global, lucha contra el hambre, el cambio climático y la reforma de la gobernanza internacional.

La Declaración de Río de Janeiro, resultado del G20 Social, reafirma  la urgencia de atender los desafíos contemporáneos del mundo, como el cambio climático, las desigualdades sociales y las crisis geopolíticas.


El G20 Social, que se llevó a cabo en paralelo con las actividades del G20 en Brasil, se presentó como un llamado a la acción colectiva, enfatizando la importancia de la solidaridad internacional en la búsqueda de soluciones efectivas a estos desafíos. Su contenido, resultado de un proceso participativo y colaborativo, refleja la diversidad de perspectivas y experiencias de los movimientos sociales de todo el mundo.


Un compromiso con el cambio

El documento abordó tres pilares centrales: la lucha contra el hambre, la pobreza y la desigualdad; la lucha contra el cambio climático y la transición justa; y la reforma de la governanza mundial.


El G20 Social propone la creación de políticas y programas integrales que promuevan el acceso equitativo a recursos y oportunidades para todas las personas, con especial énfasis en quienes se encuentran en situación de vulnerabilidad exacerbada; estos compromisos no solo son fundamentales para garantizar el respeto a los derechos humanos, sino que también son esenciales para construir sociedades más justas y resilientes.


Otro aspecto destacado en la Declaración es la protección de los ecosistemas, la reducción de las emisiones de gases de combustión y la promoción de un modelo de desarrollo sostenible para asegurar un futuro habitable para las generaciones venideras.


Además, la reforma de la gobernanza global se plantea como una necesidad ineludible para lograr una respuesta efectiva a los desafíos a los que se enfrenta el mundo. La inclusión de la sociedad civil y la ampliación de la participación de los países del Sur Global son aspectos fundamentales para legitimar y hacer más representativa la toma de decisiones a nivel internacional.


Llamado a la responsabilidad compartida

La Declaración de Río de Janeiro concluye con un llamado a los líderes del G20 a asumir la responsabilidad de liderar una transformación profunda y duradera, instando a actuar con determinación y solidaridad para hacer frente a los desafíos globales de manera concertada.


Este ímpetu hacia la acción colectiva resuena como un recordatorio de que el futuro del planeta y de la humanidad en su conjunto depende de la capacidad de unir esfuerzos y recursos en la búsqueda de soluciones integrales y sostenibles.


En este sentido, la inclusión de los movimientos sociales en el centro del debate global es un paso fundamental para garantizar que las voces históricamente marginadas sean finalmente escuchadas en los espacios de toma de decisiones internacionales.


Este enfoque no solo fortalece la legitimidad de los procesos de gobernanza, sino que también enriquece  las discusiones con una diversidad de perspectivas que reflejan la complejidad de los retos contemporáneos.



Un hito en la participación ciudadana

La celebración del G20 Social en Río de Janeiro representó un hito en la participación ciudadana a nivel global, congregando a cerca de 50,000 participantes en tres días de intenso debate y reflexión.


Las 271 actividades autogestionadas, que abarcaron 300 temas, reflejan la vibrante participación de la sociedad civil en la construcción de un futuro más justo e inclusivo. Este espíritu de colaboración y compromiso colectivo sienta las bases para un empoderamiento continuo de la ciudadanía en los procesos de toma de decisiones que afectan a la comunidad global.

Compartir: