Responsabilidad de entidades para combatir pobreza y promover igualdad
La inclusión y la lucha contra la desigualdad social son responsabilidad de todas las entidades, pues promueven una sociedad equitativa.

La desigualdad ha estado presente en las discusiones globales desde hace mucho tiempo, generando inquietudes sobre su impacto en las sociedades. En este contexto, es fundamental que todas las entidades jurídicas, ya sean privadas, públicas o gubernamentales, asuman una responsabilidad social activa y comprometida con su entorno.
Las entidades tienen la responsabilidad de cumplir de manera integral con su labor, lo que implica ofrecer productos y servicios de calidad a precios justos. Además, deben preocuparse por el bienestar del medioambiente y las comunidades en las que operan.
Esta responsabilidad se extiende a contribuir a la reducción de la desigualdad social y a fomentar una sociedad inclusiva en todos sus aspectos, incluyendo género, raza, religión y nivel social.
El rol de las entidades en la inclusión labor
Es crucial que al momento de contratar personal, las entidades consideren exclusivamente los atributos personales y profesionales de los candidatos. La capacidad de la persona para desempeñar las actividades requeridas debe ser el único criterio a tener en cuenta.
Asimismo, es fundamental que las entidades trabajen para eliminar las barreras que limitan el desarrollo de las personas, como la falta de acceso a la educación, capacitación y salud, especialmente en países considerados en vías de desarrollo.
Otro aspecto relevante es el papel de las entidades en la alimentación. Según un estudio del Coneval en 2022, más de 6.5 millones de hogares en México enfrentan carencias en el acceso a alimentación nutritiva y de calidad, por ejemplo.
Esta situación se agrava para 3.7 millones de estos hogares, que se encuentran en estado de pobreza. La falta de ingresos suficientes para cubrir las necesidades básicas es un factor determinante en esta problemática, afectando especialmente a los hogares encabezados por mujeres.
Es imperativo que las entidades asuman un papel protagónico en la lucha por la equidad y la inclusión en todas sus formas. Al hacerlo, están cumpliendo con una responsabilidad social y están contribuyendo al desarrollo sostenible de sus comunidades y a la construcción de una sociedad más justa.