Tecnología e IA como herramientas para la paz y los derechos humanos
Es necesario integrar la Inteligencia Artificial y la autoatención comunitaria como herramientas complementarias para fomentar un ecosistema de paz sostenible.

En el marco de la Feria Internacional del Libro (FIL) de Guadalajara, se llevó a cabo el foro Retos en Derechos Humanos y Derecho Internacional Humanitario, donde expertos hicieron hincapié en el papel fundamental que desempeñan la tecnología y la Inteligencia Artificial (IA) en la promoción de la paz, la seguridad y la salvaguarda de los derechos humanos.
La Red Internacional de Derechos Humanos y Derecho Internacional Humanitario (REDDIH) resaltó la importancia de integrar la IA y la autoatención comunitaria como herramientas clave para fomentar un ecosistema de paz sostenible.
Los expertos también señalaron los retos que implica el uso responsable de la tecnología en la promoción de los derechos humanos.
Destacaron la importancia de diseñar herramientas respetuosas de las leyes y derechos fundamentales, así como la necesidad de limitar el poder en la implementación de tecnologías.
Además, enfatizaron la relevancia de la capacitación especializada y la colaboración entre los sectores público, privado y académico para lograr una innovación efectiva en este ámbito.
En este sentido, la Universidad del Gran Rosario, Argentina, destacó la función crucial de las universidades en la atención de problemáticas sociales significativas.
Se subrayó que el uso de la tecnología debe estar guiado por un propósito claro, y advirtió que las innovaciones tecnológicas por sí solas no garantizan una convivencia más pacífica o equitativa.
Un llamado a la cautela en el uso de la tecnología
El foro concluyó con un llamado a la cautela en la aplicación de tecnologías como la IA, advirtiendo que si no se manejan adecuadamente podrían dar lugar a nuevas desigualdades.
Se enfatizó que la tecnología debe ser concebida como una herramienta para alcanzar metas de paz y justicia, en lugar de ser vista como una solución mágica a los problemas sociales.
De esta manera, los expertos coincidieron en la necesidad de adoptar un enfoque integral que contemple no solo el desarrollo tecnológico, sino también su impacto social y ético.