2025, período transformador para América Latina en ESG
En 2025, México y América Latina priorizarán la sostenibilidad, integrando criterios ESG, transparencia en informes y compromisos climáticos para un futuro más responsable.

En 2025 se verá una evolución significativa en el ámbito de la sostenibilidad ambiental en México y América Latina. Este cambio se encuentra marcado por la creciente integración de factores de riesgo climático y los criterios Ambientales, Sociales y de Gobernanza (ESG), que están redefiniendo la gestión empresarial hacia un enfoque más responsable y sostenible.
Las empresas que adopten el ESG y la sostenibilidad capitalizarán oportunidades en un entorno de mercado más consciente y demandante. Las nuevas normas del Consejo Mexicano de Normas de Información Financiera y de Sostenibilidad (CINIF) se presentan como un punto de partida clave, brindando a las organizaciones la oportunidad de liderar en transparencia, responsabilidad y acción climática.
Un aspecto que está ganando relevancia es el cumplimiento normativo mejorado en materia de sostenibilidad. A nivel global, marcos como la Directiva de Información sobre Sostenibilidad Corporativa (CSRD) están exigiendo una mayor transparencia en los informes ESG.
En el contexto mexicano, este impulso se materializó el 13 de mayo de 2024 con la promulgación de las Normas de Información de Sostenibilidad por parte del CINIF. Estas normas, vigentes desde el 1 de enero de 2025, establecen lineamientos claros para la divulgación de datos relacionados con el impacto ambiental, social y de gobernanza.
En este nuevo escenario, la transparencia deja de ser una opción y se convierte en una necesidad imperante para cumplir con los nuevos estándares y fortalecer la confianza de los stakeholders. Las empresas que adopten un enfoque proactivo en la elaboración de informes consistentes y verificables cumplirán con la normativa y ganarán la confianza de inversores y consumidores.
Acciones climáticas y Net-Zero
Otro componente clave en este contexto son las acciones climáticas y los compromisos Net-Zero. Países como Chile y Colombia han establecido metas ambiciosas de neutralidad de carbono, lo que ha llevado a las empresas a adoptar planes de transición concretos y medibles.
En este sentido, los inversores están priorizando negocios que demuestren avances tangibles hacia la sostenibilidad, posicionando a estas empresas como líderes en un mercado cada vez más competitivo. Así, la gestión efectiva del riesgo climático se convierte en una ventaja competitiva esencial para las organizaciones que buscan destacarse en este nuevo paradigma.