La ONU pidió la implementación de impuestos sobre la aviación, el transporte marítimo y la extracción de combustibles fósiles para sufragar la transición climática en los países en desarrollo.
Durante la COP29, el secretario general António Guterres subrayó la urgencia de tomar medidas frente al calentamiento global y la necesidad de escuchar las demandas por una mayor acción climática, particularmente en vista de las desigualdades socioeconómicas existentes.
Guterres enfatizó que la propuesta de implementar gravámenes sobre actividades contaminantes se presenta como una medida necesaria para garantizar una transición justa y equitativa hacia un futuro más sostenible.
"El sonido que se oye es el tic-tac del reloj. Estamos en la cuenta atrás final para limitar el aumento de la temperatura global a 1.5 grados centígrados. Y el tiempo no está de nuestro lado", advirtió António Guterres.
En su discurso de apertura de la conferencia en Bakú, capital de Azerbaiyán, dijo que "ningún país se libra" de la destrucción climática, y mencionó el impacto de los huracanes a los mares hirvientes, pasando por cosechas asoladas por la sequía a regiones enteras anegadas por inundaciones.
Tres prioridades
Teniendo todo esto en cuenta, Guterres afirmó que los países en desarrollo no deben irse de Bakú con las manos vacías, e instó a los líderes mundiales presentes en la COP29 a centrarse
en tres áreas de actuación inmediata:
1 Reducir las emisiones de forma urgente: recortar las emisiones un 9% cada año hasta alcanzar el 43% de los niveles de 2019 en 2030. Este es el camino más claro para limitar el aumento de la temperatura global a 1.5 grados centígrados.
2 Hacer más para proteger a las personas de los estragos de la crisis climática: el desfase entre las necesidades de adaptación y la financiación podría alcanzar los 359,000 millones de dólares anuales en 2030.
3 Acordar un nuevo objetivo de financiación: que contenga un aumento significativo de la financiación pública en condiciones favorables; una indicación clara de cómo la financiación pública movilizará los billones de dólares que los países en desarrollo necesitan; el aprovechamiento de fuentes innovadoras; el establecimiento de un marco para una mayor accesibilidad, transparencia y rendición de cuentas; y el aumento de la capacidad de préstamo para bancos multilaterales de desarrollo más grandes y audaces.