Prima ESG: la sostenibilidad afecta el valor de empresas

La inversión sostenible analiza criterios ambientales, sociales y de gobierno corporativo para evaluar oportunidades de inversión. Las empresas que incorporan la sostenibilidad en sus estrategias obtienen beneficios financieros y reputacionales.

El auge de las inversiones sostenibles en el mundo se debe a la creciente conciencia sobre la necesidad de generar un impacto positivo en el medio ambiente y en la sociedad, lo que ha llevado a empresas e inversores a buscar nuevas formas de valorar el desempeño sostenible de las compañías.


La identificación y análisis de criterios de sostenibilidad en una empresa, conocidos como ESG (medioambientales, sociales y de buen gobierno corporativo), buscan evaluar no solo el rendimiento financiero de una compañía, sino también su impacto en las dimensiones ambientales, sociales y de gobernanza. La finalidad es invertir en empresas que se destaquen por su compromiso con la sostenibilidad, generando así oportunidades para los inversores que buscan un retorno económico a largo plazo.


Más allá del aspecto financiero, las empresas reconocen cada vez más que que la sostenibilidad no solo contribuye a construir un futuro más responsable, sino que también puede aumentar sus resultados y los de sus stakeholders. Al adoptar prácticas sostenibles, las compañías pueden generar comportamientos favorables que impactan directamente en sus negocios, mejorando su imagen, fidelizando clientes y atrayendo talento.


El Impacto de la sostenibilidad en la valoración de empresas

Esta nueva orientación estratégica hacia la sostenibilidad ha transformado las operaciones corporativas, especialmente en fusiones y adquisiciones (M&A). Se ha introducido una nueva variable, la Prima ESG, que se suma al ya complejo proceso de valoración de una compañía. Esta prima refleja el valor adicional que una empresa sostenible tiene en comparación con una que no lo sea.


Ante esta realidad, han surgido agencias calificadoras especializadas en evaluar el desempeño de las empresas en áreas relacionadas con los aspectos ESG. Estas agencias recopilan datos de diversas fuentes y utilizan una serie de indicadores clave para asignar un valor a cada aspecto.


Posteriormente, aplican una metodología específica para obtener una puntuación general y confeccionar bases de información cuantitativa sobre las empresas analizadas.

Estas calificaciones permiten trasladar la consideración de los criterios de sostenibilidad a los modelos de valoración tradicionales, introduciendo así el concepto de prima ESG en el cálculo del valor de una empresa.


Es importante destacar que la mejora de las métricas en sostenibilidad conlleva varios beneficios, como un mayor cumplimiento de los requisitos legales, menores riesgos y costos explícitos, así como una mejor relación con los grupos de interés.


A pesar del auge de las inversiones sostenibles y la creciente importancia de las métricas en sostenibilidad, aún existen desafíos en la evaluación y calificación de las prácticas ESG. Entre estos desafíos se encuentran la falta de estandarización de las metodologías, los sesgos y subjetividad en la evaluación, y la dificultad para cuantificar el impacto de las prácticas sostenibles en el valor a largo plazo de una empresa.

Sin embargo, es fundamental seguir avanzando en la construcción de marcos de referencia sólidos y transparentes para la medición y valoración de la sostenibilidad.


La transparencia y la comparabilidad son cruciales para que los inversores puedan tomar decisiones informadas y para que las empresas puedan ser reconocidas por su compromiso con la sostenibilidad. En conclusión, la era de las inversiones sostenibles está en pleno desarrollo y representa una oportunidad para construir un futuro más responsable y equitativo.

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