Aranceles afectarían clúster automotriz de Guanajuato

Los aranceles propuestos por Donald Trump afectarían gravemente al clúster automotriz de Guanajuato, poniendo en riesgo miles de empleos y frenando la inversión extranjera en la región.

Guanajuato, conocido por su robusto clúster automotriz, se encuentra en una encrucijada ante la amenaza de aranceles impuestos a los vehículos fabricados fuera de Estados Unidos por parte del presidente Donald Trump. La planta de General Motors en Silao, un pilar fundamental del sector automotriz en la región, se posiciona como ejemplo de la vulnerabilidad que enfrentan las empresas locales ante esta situación.


Dicha planta, en donde los trabajadores ensamblan una camioneta por minuto, utiliza 82% de componentes producidos en México. Esta alta dependencia del mercado estadunidense la convierte en objetivo directo de cualquier incremento en los aranceles de importación. Un escenario que pondría en riesgo la producción local y miles de empleos y la competitividad de toda la industria automotriz en Guanajuato.


La imposición de aranceles representaría un desafío significativo para las empresas como General Motors, Mazda, Toyota y Honda, que operan en el estado. Un cambio en las reglas del juegoa haría que los vehículos exportados desde México sean más costosos, impactando la demanda estadounidense y generando una pérdida de competitividad frente a las plantas establecidas dentro del territorio estadunidense.


El clúster automotriz de Guanajuato, con sus 47 parques industriales y más de 6,000 hectáreas dedicadas a la manufactura automotriz, genera 22% de toda la producción nacional. Este ecosistema productivo, que incluye a empresas proveedoras de autopartes distribuidas en 21 municipios, compite directamente con Detroit y representa una parte crucial del comercio trilateral de América del Norte.


Las consecuencias para Guanajuato debido a los aranceles serían profundas. Las empresas replantearían sus estrategias de inversión, la economía estatal sufriría una desaceleración y el empleo de más de 220,000 personas en el sector automotriz estaría en peligro. Además, miles de estudiantes que se preparan en carreras relacionadas con la ingeniería automotriz verían afectado su futuro profesional.


Ante esta situación, los gobiernos estatal y federal deben impulsar la diversificación de mercados y buscar mecanismos para proteger la competitividad de una industria clave para el desarrollo económico de Guanajuato. La fábrica de autos en el estado no solo produce vehículos, también progreso, empleo y futuro. Cualquier freno a esta cadena trascendería las fronteras locales.

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