Stellantis planea ampliar su inversión en México hacia electrificación y manufactura en 2025

Stellantis invertirá en México con la producción de vehículos eléctricos y nuevas plantas en 2025, a pesar de posibles aranceles y revisión del T-MEC.

Stellantis de México está preparando un importante crecimiento en 2025, proyectando un aumento en ventas de doble dígito, respaldado por el lanzamiento de hasta 15 nuevos modelos de atos. Además, su plan de nuevas inversiones tiene el propósito de expandir su planta de manufactura en Saltillo, Coahuila, con un firme enfoque hacia la electrificación.


De acuerdo con el presidente y CEO de Stellantis México, Carlos Quezada, este 2024 Stellantis mar´cú su lugar en el mercado mexicano automotriz con la producción de vehículos eléctricos en su planta de Toluca, Estado de México, una inversión que asciende a 1,600 millones de dólares.


En tanto que en el primer trimestre de 2025, la empresa continuaría su camino hacia la electrificación, con anuncios esperados en el complejo de Coahuila, que actualmente produce camiones y vans, además de cerca de un millón de motores. Se anticipa que se introduzca una nueva variante de RAM, lo que representa un avance significativo en la diversificación de su oferta de productos.



Inversiones en la planta de Saltillo

También se destacó el compromiso de invertir en la planta de Saltillo, subrayando que es una de las mejores instalaciones de la corporación a nivel global, caracterizada por una manufactura de alta calidad y una fuerza laboral altamente experimentada, lo que contribuye a su competitividad en el mercado.


Esta inversión tiene como objetivo no solo fortalecer la capacidad de producción, sino también posicionar a la planta como un hub estratégico dentro de la red de manufactura de la empresa a nivel mundial.


A pesar de los planes ambiciosos de expansión y diversificación, el CEO de Stellantis también reconoció que 2025 traerá desafíos significativos, como la posible implementación de aranceles a la industria automotriz mexicana por parte de Donald Trump.


Estos aranceles, que han sido una amenaza recurrente, podrían tener un impacto considerable en la operaciones de las compañías que ensamblan y exportan vehículos a Estados Unidos, generando incertidumbre en la planificación estratégica de la empresa.


Otro aspecto que destacó Quezada fue la nueva revisión del T-MEC, enfatizando su importancia para el entorno comercial de la industria automotriz. Las decisiones que se tomen en el marco de esta revisión tendrán repercusiones en las dinámicas de comercio y exportación de la región Norteamericana.

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