Las empresas textiles de Europa exigen a las instituciones de la región medidas concretas que las respalden en el proceso de transformación hacia un modelo más sostenible, luego de que la presidenta de la Comisión Europea (CE), Ursula von der Leyen, presentó una nueva hoja de ruta industrial.


Representantes de casi 500 empresariales líderes se dieron cita en Bruselas, Bélgica, con el objetivo de abogar por precios de energía asequibles y la creación de un fondo para la competitividad. Euratex, que agrupa a más de 200,000 firmas en Europa, fue la voz que articuló estas demandas cruciales para el futuro del sector.


El presidente de Euratex, Mario Machado, expresó la preocupación del sector al afirmar que “las empresas textiles europeas se enfrentan a una crisis sustancial, unida a unos costos energéticos elevados y un campo de juego injusto”.


En este contexto, se llevaron a cabo encuentros en Amberes, donde particularmente 400 empresarios y representantes discurrieron sobre las medidas necesarias para hacer frente a esta transición en diálogo directo con la presidenta de la CE.


Un llamado a la acción

Se resaltó la urgencia de dirigirse hacia tres puntos para salvaguardar el sector textil: un plan de acción que asegure un precio digno y competitivo de la energía; reformar los métodos de contratación pública para priorizar a las empresas europeas en los procesos de contratación; un fondo dirigido especialmente a las Pequeñas y medianas empresas.


Machado instó a priorizar opciones más sostenibles no solo desde el ámbito productivo, sino también en la decisión de los consumidores y contratadores públicos. Este llamado desde la industria textil refleja una búsqueda de una participación activa en la configuración de un mercado más sostenible y responsable.


Además, el sinsabor de las empresas europeas frente a la competencia desleal, ha llevado a la industria textil a hacer un llamado a las autoridades europeas para implementar medidas concretas que garanticen un entorno equitativo y propicio para el desarrollo del sector.


La sostenibilidad se erige como un pilar fundamental en la nueva hoja de ruta industrial Europea, también desde la perspectiva social y económica. La industria textil, reconocida por su impacto en el medioambiente, asume el reto de adaptarse a las exigencias de un mundo consciente de la necesidad de preservar el entorno, pero con apoyo.

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