Crisis del transporte marítimo afecta a Argentina; extiende plazos de exportación
Los puertos argentinos enfrentan una crisis de logística, afectando las exportaciones del país, lo que genera costos adicionales y dificultades en contratos.

El gobierno de Argentina ha implementado medidas de gran importancia para mitigar el impacto de las dificultades en el flujo de exportación a través de sus puertos. Estas dificultades han sido comparadas con las de la pandemia del covid y las alteraciones logísticas provocadas por el conflicto bélico entre Rusia y Ucrania.
En este contexto, se han observado inconvenientes significativos en los principales puertos del país, como los de Buenos Aires, Zárate y Rosario. La Resolución 68/2024 ha señalado que estos puertos, fundamentales para las exportaciones argentinas, están enfrentando una alta cantidad de omisiones de barcos y numerosos roleos de carga.
Esto implica que las líneas navieras están dejando parte de la carga planificada en puerto para evitar retrasos, lo que ha deteriorado la logística nacional y ha afectado la capacidad del país para mantener un flujo constante de exportaciones.
Impacto en las cadenas de suministro
La situación también ha generado incertidumbre en cuanto a la disponibilidad de espacios en los buques y la falta de contenedores vacíos, lo que ha generado costos adicionales significativos para los exportadores. Estos se ven obligados a renegociar contratos y a enfrentar interrupciones en las cadenas de suministro establecidas con sus clientes del exterior.
Por otro lado, el Banco Central de la República Argentina (BCRA) ha tomado una medida relevante para el comercio exterior de servicios, ampliando a 20 días hábiles el plazo para que las personas residentes que prestan servicios a no residentes puedan hacer uso de la excepción de liquidación de divisas. Esta medida busca facilitar el flujo de exportaciones y asegurar los compromisos contractuales de los exportadores.
Compromiso del gobierno
El gobierno ha manifestado su compromiso de trabajar para mantener el flujo de exportaciones y minimizar los efectos negativos de la crisis del transporte marítimo internacional y de normativas previas. Estas acciones son vitales para salvaguardar los intereses de los exportadores y garantizar el funcionamiento eficiente del comercio exterior en Argentina.