Reestructuración de alianzas marítimas afecta a México

Las reestructuraciones de alianzas marítimas impactan la logística mexicana, debido a su dependencia del comercio exterior, generando incertidumbre en entregas y desafíos en puertos.

Las alianzas marítimas, que han permitido la creación de diversas agrupaciones a nivel mundial -Alianza 2M, entre MSC y Maersk, y Alianza Ocean, entre CMA CGM, COSCO Shipping, Evergreen y OOCL- y han optimizado la eficiencia operativa y reducido los costos en el transporte de carga, están cambiando el comercio mundial.


Existen múltiples razones que motivan la reestructuración de estas alianzas marítimas. La desaceleración económica y los cambios en los patrones de consumo son algunas de las variables que impactan directamente en la reconfiguración de rutas comerciales.


Asimismo, las regulaciones antimonopolio implementadas por Estados Unidos, Unión Europea y China han incidido en la reestructuración de algunas alianzas. Además, la emergencia de nuevos corredores comerciales representa un reto para las navieras, obligándolas a adaptar sus traslados.


Por otra parte, las políticas enfocadas en la sostenibilidad y la reducción de emisiones han llevado a las navieras a modificar tanto sus flotas como sus rutas para cumplir con las normativas ambientales vigentes. En este contexto, la reestructuración de las alianzas marítimas también afecta la logística mexicana.


Efectos en la logística mexicana

Uno de los efectos más notorios es la generación de mayor incertidumbre en los tiempos de entrega. La modificación de rutas generaría retrasos en la llegada de mercancías, además de alterar la programación de los puertos mexicanos debido a los cambios en los acuerdos entre navieras, publica thelogisticsworld.com.


Una reconfiguración en la asignación de buques y servicios impactaría la disponibilidad de espacio en contenedores, generando desafíos adicionales para la logística en México. La reasignación de rutas acarrearía costos extras en los tiempos de tránsito y aumentaría las tarifas de fletes debido a los ajustes en la oferta de servicios de transporte.


La reestructuración de alianzas marítimas plantea desafíos significativos para los puertos mexicanos. La necesidad de inversión en infraestructura portuaria es crucial para adaptarse a los nuevos flujos de carga. También, se prevén posibles congestiones en los puertos si las nuevas rutas generan concentraciones desproporcionadas de carga en ciertos periodos.


Se requerirán ajustes operativos en puertos mexicanos clave como Manzanillo, Veracruz y Lázaro Cárdenas, para optimizar la eficiencia en la recepción y despacho de mercancías en medio de estos cambios, sobre todo porque México depende del comercio exterior con otros países.

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