Soluciones sostenibles mediante gases de grado alimenticio para reducir desperdicios
La industria alimentaria y de bebidas adopta estas soluciones para minimizar emisiones de carbono, mejorando sostenibilidad y seguridad.

Según un informe de Carbon 4 Finance, aproximadamente un tercio de las emisiones globales de gases de efecto invernadero derivadas de actividades humanas provienen de la industria de alimentos y bebidas. Y con la proyección de que la producción de alimentos aumente un 70% hacia el 2050, es imperativo encontrar formas más eficientes y sostenibles de producir y consumir.
El uso de gases de grado alimenticio se ha convertido en una clave significativa para abordar este desafío. Estos gases no solo protegen la integridad de los productos alimenticios, sino que también contribuyen a reducir el desperdicio, minimizar las emisiones de carbono y mejorar la eficiencia energética en toda la cadena de suministro de alimentos.
El papel crucial de los gases de grado alimenticio
Una de las formas más notables en que los gases de grado alimenticio están transformando la industria es a través de su aplicación en el embotellado de bebidas. Los sistemas de embotellado aséptico, que utilizan nitrógeno para crear y mantener una atmósfera estéril, han demostrado ser una alternativa efectiva a los tratamientos térmicos tradicionales.
Esta innovación no solo preserva la calidad de los productos, sino que también reduce la necesidad de botellas más gruesas, lo que a su vez disminuye el consumo de materiales y la emisión de carbono.
Otra área en la que los gases de grado alimenticio han mostrado un impacto significativo es en la congelación criogénica de alimentos. La utilización de nitrógeno líquido ha demostrado ser tres veces más eficiente en la reducción de residuos alimentarios derivados de la deshidratación en comparación con otras tecnologías.
Esta avanzada técnica promete disminuir el desperdicio de alimentos de un 3% a un asombroso 1%, representando un avance significativo en la conservación de recursos y la sostenibilidad alimentaria.
El envasado en atmósfera protectora es otra aplicación innovadora que ha revolucionado la industria alimentaria. Esta técnica utiliza gases, como el dióxido de carbono, para extender la vida útil de los alimentos frescos de manera extraordinaria, con incrementos que van del 50% al 500%, dependiendo del tipo de producto.
Esta capacidad de prolongar la frescura y calidad de los alimentos beneficia a los productores y también contribuye a la reducción del desperdicio alimentario en toda la cadena de suministro.
Además de mejorar la vida útil de los productos alimenticios, los gases de grado alimenticio aportan ventajas estéticas y de calidad a los productos. El oxígeno de grado alimenticio, por ejemplo, ayuda a preservar la frescura de los alimentos y mejora su apariencia visual, haciéndolos más atractivos para los consumidores.
El futuro sostenible de la industria alimentaria
Desde la congelación eficiente de alimentos hasta el optimización de la calidad y seguridad alimentaria, estos gases están demostrando ser aliados fundamentales en la búsqueda de un futuro más sostenible.
La capacidad de congelar alimentos en cuestión de minutos, conservando su humedad, textura y sabor, representa un avance significativo en la eficiencia de los procesos de conservación de alimentos.