Consolidación de México como hub logístico enfrenta desafíos

México se posiciona como un hub logístico estratégico en América del Norte debido al nearshoring y el TMEC, aunque enfrenta desafíos en infraestructura.

El papel estratégico de México en la dinámica logística de América del Norte es innegable. La creciente demanda de entregas rápidas de productos ha impulsado una integración económica más profunda entre México, Estados Unidos y Canadá, consolidando al país como un actor clave en las cadenas de suministro globales.


En los últimos años, la actividad logística en México ha experimentado un crecimiento notable, particularmente en la región Centro, que incluye los alrededores de Ciudad de México. Según Datoz, el país superó los 10 millones de pies cuadrados dedicados a la logística desde 2019, cifra que se ha duplicado en los últimos dos años.


Este auge en la actividad logística se debe en parte al nearshoring y a la necesidad de optimizar las cadenas de suministro para satisfacer la demanda local e internacional. El TMEC juega un papel fundamental al ofrecer ventajas arancelarias y certidumbre jurídica para las operaciones industriales en territorio mexicano, consolidando al país como un eslabón integral en las cadenas productivas regionales.


El TMEC actúa como catalizador del crecimiento logístico, impulsado por el proceso de relocalización industrial. Sin embargo, el desarrollo de México como hub logístico enfrenta desafíos relevantes. La incertidumbre sobre la política comercial de Estados Unidos puede afectar las decisiones de inversión, mientras que el rezago en infraestructura limita la eficiencia operativa del sistema logístico nacional.


Para fortalecer su posición como hub logístico más competitivo de América del Norte, México requiere una estrategia a largo plazo que combine inversión pública y privada, modernización tecnológica y una visión logística integral a nivel nacional. La integración económica regional demanda un enfoque estratégico que fomente la eficiencia en las cadenas de suministro y promueva el desarrollo de infraestructura moderna.


En este contexto, es crucial que México siga consolidando su papel como enlace vital en la red logística de América del Norte. El impulso hacia una mayor eficiencia en las cadenas de suministro y la integración económica regional son fundamentales para asegurar el crecimiento y la competitividad del país en el escenario global.

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