Europa prioriza acero, textiles y muebles en nuevo plan de ecodiseño
La Comisión Europea priorizará requisitos de ecodiseño y eficiencia energética en acero, aluminio, textiles, muebles, neumáticos y colchones para fomentar productos sostenibles.

La Comisión Europea (CE) ha dado un paso adelante en su compromiso con la sostenibilidad mediante la publicación de su plan de trabajo 2025-2030 para los reglamentos de ecodiseño y eficiencia energética. Este ambicioso plan prioriza sectores clave como el acero, el aluminio, los textiles, los muebles, los neumáticos y los colchones, reconociendo su potencial para contribuir a una economía circular.
El objetivo principal es fomentar la producción de productos sostenibles, reparables, circulares y energéticamente eficientes en toda Europa. Para lograrlo, se establecerán requisitos armonizados en materia de sostenibilida, lo que fortalecerá el mercado único, evitará barreras al comercio, mejorará las condiciones de competencia y aumentará la competitividad global de las empresas.
Los productos han sido seleccionados por su potencial para contribuir a la economía circular y por la necesidad de reducir su impacto ambiental. Los requisitos que se establecerán abarcarán aspectos como el rendimiento o la información que se proporciona al consumidor. Entre los criterios a evaluar se encuentran la durabilidad mínima, la eficiencia energética y de recursos, la disponibilidad de piezas de repuesto y el contenido mínimo reciclado.
Además, se promoverá la transparencia mediante la inclusión de características como la huella de carbono y ambiental del producto en un pasaporte digital. La CE también ha anunciado medidas sobre requisitos de reparabilidad para productos como la electrónica de consumo y los pequeños electrodomésticos. Se introducirá un sistema de "puntuación de reparabilidad" que permitirá al consumidor tomar decisiones informadas sobre la facilidad de reparación de los productos.
Esta iniciativa se alinea con el objetivo de promover una economía circular, en la que los productos tengan una vida útil más larga y puedan ser fácilmente reparados. Al facilitar la reparación, se reduce la necesidad de reemplazar productos a corto plazo, lo que a su vez disminuye el impacto ambiental y contribuye al ahorro de recursos.
La introducción de la "durabilidad mínima" como criterio de evaluación en el ecodiseño de productos es un paso crucial hacia la sostenibilidad. Al exigir que los productos tengan una vida útil más larga, se reduce la frecuencia con la que deben ser sustituidos, minimizando así el impacto ambiental asociado a la producción y el consumo de nuevos artículos.