Solucionar la deuda técnica en empresas para evitar complicaciones futuras
La implementación de tecnología requiere bases sólidas para evitar la deuda técnica, que genera costos y complicaciones en el desarrollo y mantenimiento.

La implementación de tecnología en las empresas requiere una base sólida para garantizar el éxito de los proyectos, por lo que es importante evitar la deuda técnica, que puede acarrear complicaciones a largo plazo y consumir una gran parte del presupuesto destinado a tecnología.
Según voceros de Axity, la deuda técnica es comparable a una hipoteca en el ámbito del software, resultante de tomar atajos en el desarrollo de productos para reducir costos o cumplir plazos, pero que a la postre dejan un código menos eficiente o incompleto.
Estos atajos, aunque a veces considerados necesarios, generan un interés que se traduce en mayores dificultades para mantener, actualizar, expandir o incluso solucionar el código del software.
Aunque al principio pueda parecer que se ahorra tiempo, el mantenimiento y la corrección de código técnico se vuelven exponencialmente más costosos con el tiempo, se menciona desde la compañía que diseña, implementa y opera modelos de centro de datos de última generación.
Estudios revelan que un sistema con alta deuda técnica puede aumentar los costos de mantenimiento hasta en 50%. Además, resolver problemas, añadir nuevas funcionalidades o realizar cambios en un sistema con deuda técnica puede encarecer el desarrollo futuro un 25%, debido al mayor tiempo y recursos requeridos.
Retrasos en la entrega de funcionalidades
Un problema adicional asociado a la deuda técnica son los retrasos en la entrega de nuevas funcionalidades. La dificultad para modificar un sistema con alta deuda técnica sin introducir errores puede ralentizar el lanzamiento de nuevas funciones, afectando la competitividad del negocio y la satisfacción del cliente.
Por lo tanto, es esencial abordar la deuda técnica de manera proactiva para garantizar un desarrollo ágil y eficiente de nuevas funcionalidades, contribuyendo a la eficiencia operativa, y a mejorar la experiencia del cliente y fortalecer la posición competitiva de la empresa.