Aranceles y ciberataques: tensiones económicas aumentan riesgo digital

Las políticas económicas como aranceles y sanciones intensifican las tensiones geopolíticas, lo que aumenta la actividad cibernética maliciosa global, exponiendo a empresas y gobiernos.

La escalada en las tensiones geopolíticas globales ha dado lugar a un aumento en la actividad cibernética maliciosa a nivel mundial, con políticas económicas como los aranceles y sanciones jugando un papel protagónico en este fenómeno. Un análisis de SILIKN revela que estas medidas intensifican las disputas internacionales y crean un ambiente favorable para que actores estatales y grupos ciberdelincuentes exploten vulnerabilidades en gobiernos, empresas e instituciones.


En abril de 2025, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, impuso nuevos aranceles a productos chinos, desencadenando una respuesta en forma de ciberataques en represalia. Esta medida alteró el comercio global y generó incertidumbre financiera, lo que brindó a los atacantes maliciosos una oportunidad para escalar sus operaciones ofensivas.


Los aranceles también han afectado directamente la economía mexicana, cuyo comercio con Estados Unidos representa 80% de sus exportaciones. Las medidas arancelarias reducen la competitividad de los productos mexicanos, lo que, sumado al aumento de las ciberamenazas, desencadenaría interrupciones en plantas manufactureras, pérdida de tecnologías industriales clave y mayores inversiones en ciberseguridad.


Se prevé que esta coyuntura reduciría las exportaciones mexicanas hasta 12%, impactar el Producto Interno Bruto (PIB) en 3% y afectar negativamente a industrias como la automotriz y la electrónica, con consecuencias directas en el empleo y la estabilidad económica del país.


Gobiernos como China, Rusia, Irán y Corea del Norte han incrementado significativamente sus operaciones cibernéticas ante presiones económicas externas. Estas campañas buscan alcanzar objetivos estratégicos como el robo de propiedad intelectual, la interrupción de servicios esenciales y la obtención de inteligencia que otorgue ventajas geopolíticas.


La startup de ciberseguridad SILIKN ha identificado un aumento en las campañas de phishing dirigidas a empresas estadounidenses tras la reinstauración de aranceles a productos chinos. Del mismo modo, los ataques de ransomware atribuidos a grupos vinculados al gobierno ruso se han intensificado como respuesta a sanciones internacionales, afectando infraestructuras críticas en varios países occidentales.


Existe una conexión directa entre las políticas arancelarias y el repunte de ciberataques en sectores industriales y manufactureros. Las medidas económicas impulsadas por Estados Unidos generan un entorno de incertidumbre e inestabilidad, aprovechado por atacantes maliciosos —estatales y criminales— para intensificar sus acciones ofensivas.


Esta situación debilita las cadenas de suministro y agrava las dificultades financieras de muchas empresas, lo que las hace más susceptibles a ransomware, phishing y robo de propiedad intelectual. Las organizaciones deben anticiparse y fortalecer sus capacidades de ciberseguridad. Las empresas en sectores estratégicos deben mejorar su capacidad de detección de amenazas, robustecer sus defensas y realizar análisis de riesgo que consideren el contexto geopolítico.

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