En duda misión de CISA en ciberseguridad electoral de EU

La falta de un nuevo jefe para la Agencia de Seguridad de Infraestructura y Cibersegruidad estadunidense, más las críticas a su utilidad, ponen en duda su permanencia.

La seguridad cibernética ha cobrado cada vez más importancia en el ámbito electoral. En Estados Unidos, la agencia encargada de proteger los sistemas de votación se ha visto inmersa en un torbellino de críticas por parte de los republicanos y figuras del gobierno de Donald Trump.


Esta situación ha generado incertidumbre sobre el futuro papel de la Agencia de Seguridad de Infraestructura y Ciberseguridad (CISA), creada en 2018 con el objetivo de salvaguardar la infraestructura crítica de la nación, incluyendo los sistemas electorales.


Las críticas a la CISA han tenido un impacto significativo en su capacidad para llevar a cabo su misión de protección electoral de manera efectiva. La falta de un nuevo jefe para la CISA, designación que recae en el presidente, ha dejado un vacío de liderazgo en un momento crucial para la seguridad electoral.


Además, la ausencia de representantes de la CISA en la reunión anual de los secretarios de Estado refleja una falta de comunicación y colaboración entre las autoridades de la agencia y los encargados de la administración electoral.


La percepción de las amenazas cibernéticas

Las alertas sobre las ciberamenazas han sido una constante en el discurso oficial. En el panel sobre ciberamenazas de la reunión de la Asociación Nacional de Secretarios de Estado, una representante del FBI enfatizó que las amenazas cibernéticas continuaban siendo invariables, identificando a países como China, Rusia, Irán y Corea del Norte como los principales actores en este ámbito.


Esta declaración subraya la persistente naturaleza de las amenazas cibernéticas y la necesidad de mantener una vigilancia constante sobre estas actividades maliciosas. Incluso la nueva secretaria de Seguridad Nacional de Donald Trump, Kristi Noem, ha señalado que la agencia se ha desviado considerablemente de su misión original.


Esta declaración plantea interrogantes sobre la eficacia de la CISA en el cumplimiento de sus funciones fundamentales y su capacidad para adaptarse a un entorno en constante evolución en el ámbito de la seguridad cibernética.

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