El impacto de la tecnología en nuestras emociones y relaciones interpersonales

La empatía y las relaciones interpersonales son esenciales en la era de la tecnología y las redes sociales, donde la salud mental ha afectado a muchos.

Las emociones son una parte fundamental de nuestra vida cotidiana y, a menudo, llevamos una "mochila" emocional que influye en nuestras interacciones con los demás. Reconocer y leer estas señales es esencial para cultivar relaciones saludables y comprensivas.



Sin embargo, la empatía se ejerce de manera más efectiva cuando se establece una conexión cara a cara. Y en la actualidad, la tecnología ha permeado todos los aspectos de nuestra vida.


Resulta frecuente que al mencionar algo en voz alta, nuestros dispositivos electrónicos nos bombardeen con anuncios relacionados. Esta realidad ha transformado nuestra forma de comunicarnos y consumir información.


Los miembros de la generación que experimentó la infancia sin teléfonos celulares, son testigos de cómo la dependencia hacia la tecnología ha crecido de manera exponencial con el tiempo.


Las redes sociales, en particular, se han convertido en herramientas que retienen la atención y convierten a sus usuarios en sus productos. Según datos de Entel, los chilenos pasan, en promedio, tres horas al día en estas plataformas, lo que plantea interrogantes sobre su impacto en la salud mental, la cual ha mostrado un preocupante aumento en los últimos años.



El papel de la educación en la tecnología

Uno de los pilares del Centro Para la Instrumentación Astronómica (CePIA) de la Universidad de Concepción es la formación de capital humano avanzado. Lo que destaca de esta institución es su compromiso con las relaciones interpersonales en un entorno tecnológico, demostrando que es posible armonizar la innovación con una comunicación efectiva y humana.


Esta preocupación por cultivar buenas relaciones en un contexto de alta involucración tecnológica es un ejemplo valioso a seguir en la búsqueda de un equilibrio entre progreso y emocionalidad en nuestras vidas.

Compartir: